La Conferencia Episcopal Española (CEE) presenta su campaña anual con motivo del Día del Seminario, con el lema Sembradores de Esperanza. La campaña tendrá lugar el próximo domingo, 16 de marzo, en torno a la fiesta de S. José, que se celebra el día 19.
Intervienen en la presentación el director del secretariado de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, Florentino Pérez, y el sacerdote de la diócesis de Zamora Javier Prieto.
Campaña para el Día del Seminario: Sembradores de esperanza
En esta ocasión la campaña hace referencia a tres realidades que están condicionando el tiempo en que vivimos: la conectividad que facilitan las tecnologías pero que provocan el aislamiento del presente, la soledad que a veces se vive en medio de la multitud y el dolor que provoca el sufrimiento y la injusticia. En medio de todas esas realidades, la
campaña invita a descubrir las zonas luminosas de la aventura humana y
el papel que tienen los sacerdotes para generar esperanza.
Cuatro rasgos de este tiempo suscitan depresión y desesperanza: la
incertidumbre económica; el miedo a la enfermedad; el uso masivo de
redes sociales impregnadas de ideologías y bulos; y el envejecimiento
progresivo de la población. Las consecuencias se manifiestan en los
altos índices de depresión y de suicidio, que se han convertido en
problemas importantes de salud pública.
En este contexto social, 15.285 sacerdotes católicos
desempeñan su misión en la Iglesia española cumpliendo la misión de
anunciar el Evangelio y sanar las heridas de este tiempo. Esta es,
también, la motivación que anima a cada uno de los 1.036 seminaristas que
se forman en los seminarios de las diócesis españolas en este curso
2024-2025. Su formación está centrada, precisamente, en ir desarrollando
progresivamente las actitudes y aptitudes que se necesitan para ser
sembradores de esperanza siendo sacerdotes misioneros a lo largo y ancho
de la geografía española. Y cada uno de estos seminaristas es una razón
para la esperanza en los 82 seminarios que hay en España, reunidos en 57 comunidades formativas. Como seminaristas siguen el plan de formación vigente, un tiempo que se prolonga entre 7 y 9 años,
y en el que los seminaristas atraviesan cuatro etapas: propedéutica,
discipular, configuradora y de síntesis vocacional, que son
indispensables para que se manifieste la idoneidad de su vocación.
En este día del Seminario se hace visible cómo el ministerio
sacerdotal hace frente en muchas ocasiones a las raíces de la
desesperanza. Así, frente a la incertidumbre económica, los sacerdotes son sembradores de esperanza porque se comprometen en
el acompañamiento de las personas que viven en situación de soledad o
enfermedad y desarrollan las 4.488 Cáritas parroquiales, que atienden
más de 2,5 millones de personas necesitadas y coordinan los equipos de
voluntarios en las parroquias.
Frente al miedo a la enfermedad, los sacerdotes acompañan a
miles de enfermos en sus parroquias y coordinan equipos de visita y de
compañía a los enfermos que viven en el territorio parroquial. Además
870 capellanes, acompañados de voluntarios de Pastoral de la Salud,
sirven en los hospitales y centros asistenciales y ofrecen un
acompañamiento personal a los pacientes, para confortarles en su
enfermedad, independientemente de cuál sea su fe o vivencia espiritual.
Frente a las adicciones digitales y las situaciones que atraviesan
los jóvenes, los sacerdotes, sembradores de esperanza, acompañan a los
jóvenes en grupos de formación parroquial, en las actividades de tiempo
libre y en las escuelas y colegios, en ocasiones como capellanes,
profesores o tutores, velando por la educación integral de los alumnos
que incluye la dimensión espiritual. Esta labor educativa también se
lleva a cabo mediante un acompañamiento de las familias en situaciones
de dificultad.
También frente a la despoblación y al envejecimiento demográfico, los sacerdotes son sembradores de esperanza en el mundo rural. La mitad de las parroquias que hay en España (22.921 parroquias) se encuentran en zonas rurales.
Al frente de las mismas están sacerdotes que acompañan a las personas
que viven allí, las atienden espiritualmente y hacen presente el
Evangelio de Jesucristo en zonas muchas veces abandonadas por otras
instituciones.
En definitiva, de muchas maneras los sacerdotes en España son
sembradores de esperanza, en medio de una sociedad que está amenazada,
precisamente, por la desesperanza. El compromiso silencioso de los
sacerdotes con cada persona es generador de esperanza en el día a día,
ayudando a encontrar soluciones a sus problemas y aportando un sentido a
sus experiencias vitales. El motor que mueve a los sacerdotes a
emprender este servicio no es otro que la propia experiencia personal de
haberse encontrado con Cristo y de descubrirse llamado por él a través
de la Iglesia para servir a la humanidad sembrando la esperanza del
Evangelio.
El spot de la campaña ha sido producido por Ábside Media
Producciones y se ha grabado en el Teatro Ramos Carrión de Zamora, con
la colaboración de la Diputación Provincial.