VOY A CERRAR ESTE CURSO ACADÉMICO COMPARTIENDO CON VOSOTROS EL TESTIMONIO QUE EL SÁBADO PASADO EXPUSE EN EL ENCUENTRO DIOCESANO DE LAICOS EN LA VIDA PÚBLICA.
CREO QUE ESTE ES EL ESPACIO IDÓNEO PARA HACERLO, PUES EL BLOG ES PROTAGONISTA DE ESA HISTORIA PERSONAL, CON LA QUE EL SEÑOR ME HA BENDECIDO. ASÍ COMO CADA UNO DE MIS ALUMNOS Y ALUMNAS, QUE EN ESTOS SIETE CURSOS HE TENIDO LA DICHA DE CONOCER Y ACOMPAÑAR, EN ESTE CAMINO APASIONANTE DE LA EDUCACIÓN Y FORMACIÓN RELIGIOSA.
SOIS PARTE FUNDAMENTAL EN MI VIDA Y VOCACIÓN CRISTIANA.
OS QUIERO.
GRACIAS POR TODO.
DISFRUTAD DEL VERANO.
VUESTRA MAESTRA DE RELIGIÓN CATÓLICA, Mª CARMEN
Nota: Adjunto el borrador que elaboré, y la grabación en directo, con lo que el Espíritu Santo me fue iluminando. Borrador y grabación se complementan.
DOCENTES
CRISTIANOS EN LA VIDA PÚBLICA
DOCENTES
CRISTIANOS, DOCENTES APASIONADOS
Me decía hace años
una alumna de 2º ESO:
“Maestra tú vives tus clases con mucha pasión”
y yo le respondí: lo vivo con Pasión en el doble sentido. Me apasiona lo que
hago, y el día que no sea así dejaré de ser lo que soy. Y con Pasión, porque
esta Misión lleva implícita la pasión, la cruz…con el alumnado y el
profesorado…”
BUENOS DÍAS Y MUCHÍSIMAS
GRACIAS POR LA INVITACIÓN A DAR MI TESTIMONIO PERSONAL.
Me pedía Juan Ignacio que
más que contar lo que hago, que compartiera cómo lo vivo. Resulta más difícil
lo segundo porque hay que recordar, pero si recordar es volver a pasar por el
corazón, merecía la pena.
Como toda experiencia de “testigo
del evangelio” tiene parte de cruz, tampoco es fácil compartirla. Pero la
perspectiva del tiempo hace que la lectura de los acontecimientos, que en su
momento fuesen dolorosos, sea agradecida, por tanta bendición recibida, y
exclamar como el salmista: “El Señor ha estado grande conmigo, por eso
estoy alegre”, y con el mismo entusiasmo de hace 26 años, y la
serenidad y resistencia que da la experiencia.
Compartir la fe, y la
Misión a la que la fe en Cristo nos lleva, siempre es fortalecedor. Esa es mi
pretensión, al compartir esta mañana, con vosotros, la Misión que el Señor me
encomendó en esta bendita tierra del Santo Reino, hace un cuarto de siglo.
Quiero traer a colación las
palabras de Jesús recogidas en Mt5, 13-16, que se proclamaban el día 8
de junio, cuando Juan Ignacio me invitaba a participar en este último encuentro diocesano
de laicos.
Jesús dijo a sus
discípulos: “Vosotros sois la sal de la tierra…Vosotros sois la luz del
mundo…” palabras que nos dirige de forma especial a los docentes
cristianos, y más en particular al profesorado enviado por la Iglesia para
impartir la asignatura de Religión, en los centros educativos de carácter
público.
El Señor nos llama a cada uno por nuestro nombre, el mío es María del
Carmen, desde el seno materno fui elegida, y el mismo día de mi nacimiento
incorporada a la familia de los hijos de Dios, mediante el bautismo. Importante
comenzar con esta referencia personal porque es lo que marca toda mi vida.
En más de una ocasión, y cada vez con más convencimiento, he expresado
que la mejor herencia que me han dejado mis padres ha sido el don de la Fe.
Ellos la pidieron para mí a la Iglesia el mismo día de mi nacimiento, y a lo
largo de toda mi vida he podido vivirla, celebrarla, y lo que más anhelaba era
asumir el compromiso de llevarla a los demás.
El hecho de que
desembocara como profesora de Religión fue por mi trayectoria pastoral y de
compromiso con mi parroquia de Castellar. Además, de mi participación en el
Movimiento Scout Católico como Responsable de Grupo, descubriendo así lo que
hoy es mi pasión por la enseñanza y acompañamiento de las jóvenes generaciones
en su maduración personal, y en el acercamiento a Cristo y a su Iglesia.
Todo un reto que no hubiese sido posible si no hubiese tenido esa
vivencia y compromiso eclesial tan fuerte, donde la formación, celebración,
acción, experiencia, oración…todo ello se conjugó de forma extraordinaria, en
la década de los 90 en mi comunidad parroquial de Castellar.
Con el tiempo comprendí que esa era la escuela que el Señor me había
preparado para confiarme una Misión especial en otra comunidad bastante alejada,
pero a la que llegué con una alegría y agradecimiento inmenso.
Siempre ha sido tan fuerte mi amor a la Iglesia, que cuando me dieron
Huelma afirmé “que allí seguiría haciendo Iglesia como lo había estado haciendo
en mi comunidad natal”. De hecho los fines de semana volvía a Castellar para
seguir con mi labor en el Grupo scout.
Durante 19 años pude desempeñar mi labor educativa en el IES “Sierra
Mágina”. Labor que se veía enriquecida por la conexión con el alumnado,
profesorado y familias fuera del ámbito educativo, compartiendo vida y misión
en la vida cotidiana de la comunidad parroquial.
Son algunas las generaciones a las que he podido acompañar, y al mismo
tiempo, me han hecho sentir el acompañamiento por su parte. Si en la comunidad
de Castellar me formé, en Huelma fue el crisol donde pude madurar y fortalecer
mi Fe.
En el centro educativo no siempre fue fácil la convivencia, pues, en
ocasiones, las diferencias y lo que mi persona representaba dieron lugar al
rechazo y al conflicto. Experiencias duras que pude ir afrontando siempre
apoyada en la Palabra de Dios:
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a
vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no
sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el
mundo os odia. Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si
a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán… (Juan 15, 18-21)
Y el apoyo de
alumnado y compañeros. En este sentido transcribo parte de un mensaje de apoyo
que recibí de un compañero:
“No se trata de ceder para ser buenos, sino de
defender la justicia y el derecho. Y, por encima
de todo ello, de dar
testimonio cuando no resulta nada fácil levantar
la voz, señalarse e
identificarse plenamente con Cristo y con su
Iglesia. Para mí todo este
asunto es una cruz. Pero... ¡bendita cruz!”
Con el tiempo no me acostumbré, pero sí pude ir afrontando las
circunstancias con más fortaleza. Acogiendo, perdonando y rezando por quienes
lo provocaban.
“Cuando vivimos la vida desde una perspectiva trascendente encontramos
fuerzas para atravesar los desiertos que a veces se nos imponen” (no recuerdo el
autor).
En el combate es donde nos ponemos a prueba y lo importante es la
fidelidad y el testimonio que hace que los que causan el daño “se conviertan”.
Esa experiencia pude vivirla el último curso que estuve allí. Pudimos trabajar
todos juntos en un mismo proyecto educativo, que promoví y al que todos se
sumaron, sin ningún problema.
El diálogo, la cercanía, la escucha, la comprensión y colaboración de
todos hicieron que ese curso pudiese despedirme con la grata sensación de
la “Misión cumplida”.
Un año que el Señor me regaló para poder cerrar una etapa de mi vida, con
paz. Pues, justo en el mes de julio, el día de San Ignacio de Loyola, me comunican
el traslado al IES “La Pandera” de Los Villares. Donde llevo ya 6 cursos
académicos.
Mi principal labor: arrojar un poco de
luz a la vida de los adolescentes a los que enseño, acompaño, y de quienes
también aprendo, y por quienes me siento acompañada. Y sobre todo comunicarles mucha
esperanza. Fue totalmente providencial que el nombre del Blog, que diseñé
cuando llegué a Los Villares, para motivar al alumnado, sea
“maricarmensembrandoesperanza”. Y después de los fuertes acontecimientos que
tuvimos que vivir ese primer curso (fallecimiento de un alumno con tan solo 16
años, en tres meses enfermó y falleció…) comprendí, más aún, cómo tenía que ser
mi presencia allí. Año muy duro pero que se crearon unos lazos afectivos muy
fuertes entre todos. Y la actitud de valoración hacia la asignatura de Religión
fue fundamental.
Es indudable que para ser testigos del Amor de Dios y desempeñar nuestra
Misión, como las personas de hoy están necesitando, el docente ha de formarse,
para responder a los nuevos retos (en pedagogía, en el contenido curricular de
su materia, en las herramientas adecuadas para motivar…y sobre todo conocer al
alumnado). El profesorado de Religión, consciente de la responsabilidad que
tiene sobre su alumnado, y en diálogo con los demás docentes, y familias, ha de
formarse también, con un plus añadido, que es su dimensión espiritual y su
compromiso eclesial. Somos enviados por la Iglesia, y somos el único referente
de la presencia de la Iglesia para muchos alumnos y miembros de la comunidad
educativa con quienes nos relacionamos. Por eso, desde la Delegación Diocesana
para la Enseñanza, se atiende y acompaña al profesorado de Religión, con
actividades formativas y con retiros en los momentos fuertes del año litúrgico
(Adviento, Cuaresma y Pascua). Se procura cuidar el comienzo y final de curso,
con encuentros que favorezcan la formación y motivación entre el profesorado.
Para paliar la soledad en la que muchas veces realizamos nuestra tarea, y
potenciar la comunicación con la Delegación, hay nombrados coordinadores por
arciprestazgos. Son las personas que dinamizan en su zona, y establecen las
conexiones oportunas con la Delegación.
También, desde la Delegación se viene convocando a un encuentro formativo
y celebrativo a los educadores cristianos de otras materias, con el fin de que
sientan la cercanía de la Iglesia, a la hora de testimoniar su fe, y los
valores cristianos que la sustentan, en su entorno laboral. Encuentros que han
tenido muy buena acogida. Y que cuando volvamos a la normalidad, sin duda
retomaremos.
Otra vía importante para la formación del profesorado, siguiendo las
directrices de la Administración y las necesidades formativas son las
actividades que se organizan desde los distintos Centros de profesorado de la
provincia de Jaén (Orcera, Úbeda, Linares-Andújar y Jaén). Función de Asesoría que desempeño desde el
curso 2010- 2011, adscrita al Cep de Jaén y que surgió en un momento
circunstancial de mi vida. Necesitaba ese cambio y, como todo lo enfoco desde
mi fe, lo acepté cuando se me propuso desde la Delegación Diocesana de
Enseñanza del Obispado de Jaén.
Mi Función como Asesora es,
en coordinación con la Delegación diocesana, organizar, coordinar los cursos y
asesorar al profesorado de Religión en temas de formación teológica, pedagógica
y didáctica. Respuesta muy buena por parte del profesorado.
En definitiva, no es fácil, a veces la tarea, entre al alumnado y el
profesorado pero con cercanía, acogida, respeto, diálogo, poco a poco el
docente cristiano, y en concreto el profesorado de Religión se va haciendo un
hueco en el centro educativo, es valorado por su quehacer, su compromiso y
responsabilidad. Yo vengo observando que cuando hay un mayor conocimiento sobre
lo que hacemos y cómo lo hacemos, el rechazo va desapareciendo, aunque se esté
o no de acuerdo en las convicciones personales de cada uno.
Ahora que tanto se habla de escuela inclusiva pienso que es un momento
oportuno para que se deje de enarbolar la bandera de la asignatura de Religión
como el problema del sistema educativo, y nos centremos más en lo que realmente
aporta a la formación integral del
alumnado, que la solicita y que desearía tener más carga horaria para poder
trabajar mejor el curriculum.
Mi “misión”
tanto en el IES La Pandera de Los Villares (Jaén) donde imparto las clases de
Religión Católica desde el curso 2014-2015 como en el Cep de Jaén, la vivo y
realizo como un servicio que presto a la Iglesia, al Evangelio, a mi
alumnado y al profesorado de Religión con el que comparto tarea y misión.
A pesar de las
dificultades de cada día, mi labor la desempeño con alegría, entusiasmo y
esperanza, en que mi gotita de agua contribuye a colmar el gran océano. En este
sentido podemos señalar que antes el alumnado venía de su casa con unos valores
cristianos y ahora, en muchos casos, no ocurre así por lo que nosotros tenemos
que cubrir, en cierto modo, esas carencias. Primero tenemos que conocer a la
persona que tenemos delante en nuestras aulas. Después, nuestro objetivo es
impartir unas enseñanzas que ayuden al alumnado a descubrir cómo dar sentido a
su vida. Es un tópico pero reconozco que los adolescentes tienen de todo pero están faltos de cariño.
Necesitan que los escuchen, cada día constato más este hecho entre mi alumnado.
Y he podido percibir la sanación de heridas en el alma por experiencias
dolorosas no superadas por no haberlas podido compartir. Qué gratificante es
verles después de una conversación enderezarse (literalmente hablando), sonreír
y agradecer la escucha que les ha liberado del sufrimiento con el que no podían
más.
Entre las experiencias que más me han marcado en estos años de docencia
en los dos centros quiero destacar las heridas que el duelo por una persona cercana y querida ha causado en
alguno de mis alumnos.
Y que paso a relatar:
“Al llegar a clase me encuentro con un alumno
muy mal, enfadado, quejándose y queriendo dejar el instituto. Él decía que no
podía entregar un trabajo por problemas con
los demás compañeros de su grupo. Esa era la excusa que ocultaba el
dolor tan profundo que estaba sintiendo por una pérdida que hacía años había
tenido y no había pasado el duelo. Después de insistirle para que hablase fuera
de clase, en el pasillo conmigo, mientras los demás hacían la tarea propuesta,
pudimos entablar la conversación. No fue fácil que pudiese hablar porque
temblaba y lloraba sin parar. Cuando se desahogó un poco le sugerí que
escribiese en un folio dos listas una con lo que él consideraba que le salía
mal y otra con lo bueno que le había ocurrido en su vida. Al terminar y
comentar la lista pude leer en primer lugar “ la muerte de mi madre” me quedé
sorprendida y comencé a entender el dolor, las lágrimas y el temblor de hacía
un momento. Yo ya llevaba unas semanas viendo su tristeza, su cuerpo encorvado.
Y ahora lo entendía, no había podido llorar ni superar la pérdida de su madre
con tan solo 12 años. Se sentía solo, su padre ocupado en el trabajo y sus
hermanas en el estudio, en la Universidad. Después de dialogar un rato y
serenarse me dijo que él quería escribir la carta a Dios, que los demás estaban
escribiendo, yo le dije que no era necesario, pero él insistía. Cuando por la
noche pude leer las cartas, y al llegar a la suya me sobrecogió “Él se
confesaba creyente pero estaba enfadado con Dios porque se había llevado lo que
más quería, a su madre”. Al día siguiente cuando llegué al instituto pude
observar el cambio en él. Estaba hablando con unas compañeras, riendo y feliz.
Y al verme muy contento me comentó que ya sí iba a entregar el trabajo con su
grupo. Me vino a la memoria el texto evangélico en el que Jesús curó a una
mujer encorvada (Lucas 13, 10-17). Al compartir su sufrimiento, y lo que
llevaba en su corazón, el dolor por su madre y el enfado con Dios a quien
también quería, el dolor seguía pero llevado de otra manera. Muchas veces se
nos escapan situaciones que podemos sanar, solamente con preguntar, crear clima
de confianza y escuchar. Doy gracias a Dios por haber sido el instrumento en
sus manos.
Esas experiencias
compartidas me llevan a reafirmarme en una afirmación que hice hace ya tiempo en
una entrevista que me hicieron al respecto: “El futuro de la clases de
las clases de religión pasa por llegarles a los alumnos al corazón, algo que
ellos están deseando”.
Somos un colectivo
entusiasmado y nos gusta entusiasmar. Solo queremos transmitir la esperanza de
los alumnos a pesar de las dificultades, éste es nuestro gran reto. Tenemos muy
claro nuestra identidad y nuestra misión. Nos preocupa que la identidad del
profesor de Religión se pierda, somos unos enviados de la Iglesia y
como tales estamos y damos testimonio de ello. Consideramos que somos un
referente para el alumnado, por ello es muy importante nuestro talante en el
aula y nuestra relación con cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Nos
necesitan y por su felicidad lo merecen.
En el curso 2012-2013 compartíamos
en clase una actividad que les había propuesto al grupo de 2ºESO C en relación
con el tema que estábamos trabajando (Seguir a Jesús) y los testimonios, de los
que se atrevieron a compartirlos en voz alta, fueron geniales, por eso a mi
alumna S… le pedí si me quería pasar su carta para subirla a nuestro blog de la
asignatura y que otros se enriquecieran.
Por eso no me he resistido a compartirla también con vosotros
tal cual. Espero que os llene de alegría como a mí cuando la escuché en clase y
ahora al releerla.
TESTIMONIO DE MI ALUMNA S…. 2ºESO C
Querid@
amig@:
Me gustaría contarte una experiencia de la que quizá hayas oído hablar, pero
que seguro que no te has parado a pensar detenidamente. Te hablo de la
experiencia de encuentro con Jesús. Muchas personas creen encontrarse con
Cristo yendo a misa, tocando o sacando pasos en Semana Santa. Pero es eso y
mucho más. No es solo ir a misa, es escuchar y guardar cada fragmento de la
Palabra de Dios como un tesoro en tu corazón; y comulgar con el sentimiento de
tener a Jesús dentro de ti sabiendo que está limpiando y perdonando todas tus
faltas. No es solo participar de algún modo en la Semana Santa o en cualquier
acto religioso, es seguir el ejemplo que Cristo nos da cada día, sentirse amado
por Él, sabernos hermanos unidos por una sola fe, un solo pensamiento.
Por eso, compañer@ de vivencias, te invito a descubrir cada día la alegría de
ser cristiano, la confianza en una amistad fortísima con Dios y la esperanza de
estar algún día con Él, viviendo con gozo la gracia de su amor.
En Huelma, a 28 de mayo de 2013
S. F. V.,
2ºESO
Sobre
la asignatura de Religión, qué os aporta para vuestra vida, el grado de
satisfacción con las clases, cómo motivaríais a otros compañeros.... en fin lo
que veáis oportuno poner.
La clase de 4º de ESO A
del IES La Pandera, qué pensamos sobre nuestra profesora de Religión y sus
clases.
“Nuestra profesora de
Religión Católica María del Carmen Ropa González es un claro ejemplo de cómo
hacer que los diferentes temas de los que hablamos en clase lleguen a todos los
alumnos. Esto lo consigue haciendo clases muy dinámicas, utilizando métodos
como presentaciones digitales o diferentes actividades en las que participamos
todos, y las disfrutamos cada segundo, ya que nos contagia con su sonrisa desde
que entra por la puerta de la clase.
Ella cada día que viene a
dar su clase ya la tiene preparada, y lo hace con la esperanza de que cada vez
que su clase acabe estemos felices y que no haya nada que nos preocupe.
Además nos encanta cuando
nada más llegar nos dice que al final de la clase habrá una sorpresa, porque
desde un principio ya nos tiene intrigados y así consigue que nos centremos más
en la clase.
En conclusión podemos
decir que nuestra profesora de Religión sabe cómo hacer que sus clases sean
motivadoras para todo el mundo y que no nos cansemos de recibir su enseñanza.”
PARA TERMINAR RECOJO LO SIGUIENTE, QUE DIRIJO A MIS
COMPAÑEROS, PROFESORES DE RELIGIÓN
Citando
a un buen amigo y compañero:
“Metidos de lleno en nuestras cosas no percibimos que Cristo
sale a nuestro encuentro, "en lo cotidiano". Todo nos lo va poniendo
en el camino por su amor y para que veamos que todo lo que hacemos "tiene
un sentido", si parte de Él y lleva a Él.
Que Dios nos ayude a hacer un buen
discernimiento donde lo ordinario lo transformemos en extraordinario,
sencillamente porque Él está presente”.
Poesía
que tengo en mi cuarto de estudio y trabajo
VUELVE A EMPEZAR
Aunque sientas el cansancio,
aunque el triunfo te abandone,
aunque un error te lastime,
aunque una traición te hiera,
aunque una ilusión se apague,
aunque el dolor queme tus ojos,
aunque ignoren tus esfuerzos,
aunque la ingratitud sea la paga,
aunque la incomprensión corte tu risa,
aunque todo parezca nada…
VUELVE A EMPEZAR
Vuelve a empezar siempre, con alegría y
entusiasmo renovados, pues sabemos que todo va a salir bien porque creemos en
Cristo Resucitado, Él es nuestra Esperanza. Él nos dice: “Iglesia mía, sigue
cumpliendo tu misión de madre. Sigue engendrando hijos para el cielo”