Belén de Cumbres: “Ve y anúncialo desde la montaña”
Desde la Pastoral de la ecología queremos recuperar una antigua tradición que nació a mediados del siglo XX, el llamado Belén de Cumbres.
Son múltiples las manifestaciones populares que jalonan la Navidad. Entre ellas se puede mencionar la Misa del Gallo, la colocación del árbol de Navidad, el día de los Santos Inocentes, el día primero del año, la Epifanía o la colocación del belén o pesebre doméstico en un lugar privilegiado de cada hogar. Los belenes suelen instalarse en iglesias o monasterios, en los hospitales, fábricas, colegios, en los pequeños comercios o grandes almacenes, en la plaza mayor de cualquier pueblo o ciudad, así como en sedes de instituciones, públicas o privadas. Pero también se pueden colocar belenes en los lugares más extraños, lejanos o inaccesibles, como en las cimas o cumbres de las montañas.
El montaje del Belén de Cumbres comenzó en Asturias y León en la década de los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo XX. En el caso de Asturias fue un pequeño grupo de diez montañeros quienes tuvieron la iniciativa y el ánimo de colocar un nacimiento en la cumbre de Peña Ubiña, a 2.200 metros de altitud. Las abundantes cumbres de la provincia de Jaén también han sido la meta y lugar donde se han querido colocar estos belenes, en medio de hermosas panorámicas que invitan a disfrutar de la naturaleza y de la belleza del Misterio de la Navidad. Este acto posee varios significados simbólicos:
1. La colocación del “belén más cerca del cielo”, quiere ser una aproximación “literal” a la Escritura que nos dice: “gloria a Dios en las alturas” (Lc 14,2) y en un salmo: “Montes y cumbres, bendecid al Señor”.
2. El belén desde su origen es la manifestación del amor divino a los hombres: santifica el lugar donde se coloca, sea en la soledad de la montaña, en un salón familiar, en la iglesia, en la calle o en un escaparate…
3. Su montaje es un momento para celebrar mejor la alegría propia de la Navidad.
Desde la pastoral de la Ecología y con la colaboración de la Delegación de Juventud y Vocaciones, queremos en esta Navidad de 2020, empezar esta nueva tradición en nuestra diócesis. Debido a la situación sanitaria que actualmente estamos pasando son muchos los eventos que no se pueden realizar. Por ello nos disponemos a subir una de las cumbres de Jaén para que la bendición del Belén, de la Navidad, pueda llegar desde esa altura a todos los lugares y hogares de la Diócesis pidiendo especialmente por el fin de la pandemia.
Equipo pastoral de la ecología